Disfrutar el sabor del otoño

 

SETAS

 

 

La llegada de los primeros fríos nos acerca a una gastronomía más elaborada, enriquecida con abundantes productos de temporada. Y qué mejor que acompañar estos platos más contundentes con unos vinos a la altura de las circunstancias.

El final de la época estival conlleva inexorablemente un cambio sustancial en el ritmo de vida y en los hábitos cotidianos. Ello incide también, como no podía ser de otra manera, en nuestra dieta. Pero el carácter cíclico de las estaciones hace que el Otoño no sea forzosamente sinónimo de melancolía, sino de esperanza. No implica despedida o renuncia, sino acogida y aceptación. La llegada de los primeros fríos nos acerca a una gastronomía más elaborada, enriquecida con abundantes productos de temporada. Y qué mejor que acompañar estos platos más contundentes con unos vinos a la altura de las circunstancias.

El vino es un alimento que se gesta durante los meses de verano y cuya vendimia, dependiendo del tipo de uva, las condiciones climáticas y la zona de producción, coincide con esta maravillosa estación. Así pues, ¿qué mejor que un buen vino para disfrutar del auténtico sabor del Otoño?

Acompañar un plato tan representativo como son las setas resulta sencillo gracias a la riqueza enológica del país, si bien conviene estar atento al aroma como punto de partida para buscar la deseada armonía en la botella. Los expertos apuestan por los blancos fermentados en barrica, los espumosos estructurados y los tintos afrutados más bien ligeros.

La caza y las carnes de crianza (cerdo, cordero, ternera) adquieren un gran protagonismo durante el Otoño, proporcionando contundentes estofados y sabrosos guisos. Conviene distinguir entre las aves u otras carnes menos potentes, y las de caza mayor. Afirman los entendidos que las primeras ligan especialmente bien con tintos de reserva y gran reserva, pero no excesivamente potentes.

Finalmente, los platos de cuchara, acompañados por una variada selección de verdura de temporada reclaman el tono reconfortante de tintos jóvenes o con un paso muy breve en madera, para mantener y ensalzar el sabor afrutado en contraste con estos platos de irrebatible sabor. Los estofados, dotados de mayor presencia cárnica, nos permiten aventurarnos en un territorio de mayor consistencia. Para ello sugerimos explorar las posibilidades de las D.O. Toro y Priorat.

¿Cuál es vuestra selección ideal para esta época del año? ¿Qué vinos merecen, según vuestro criterio, el apodo de “espíritu del Otoño”?

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