Es una oferta muy adecuada para los tiempos que vivimos en la que el comensal tiene la oportunidad de probar una serie de vinos que, por su precio, no puede adquirir pero en este nuevo concepto puede hacerlo en copas de 2, 5 y 10 centiilitros. Creo que es un acierto para que todo el mundo tenga la oportunidad de darse un lujo que hasta hoy no podía.

El Bistrot de Vins será un espacio dinámico y fresco dedicado al mundo del vino en el que se podrán catar más de 700 referencias de vinos y que se complementará con una oferta gastronómica ideada por el chef Jordi Vilà. Liderada por Jordi Vilà, asesor gastronómico de Cervezas Moritz, la oferta gastronómica del Bistrot de Vins es donde el chef ha querido mostrar su espíritu más desenfadado que siempre lo ha caracterizado. Con una carta trabajada conceptualmente, Vilà nos presenta esta oferta dividida en cuatro secciones: “Pequeños Mordiscos, Tapas, Platillos y Postres de los vecinos”.

La carta está formada por más de 25 referencias que van desde el Lamb & Chips, Chorizo Cake, Ostras a la “Donostiarra”, pan con tomate al horno, Éclair de pollo escabechado y Flammkuchen. No podía faltar la influencia alsaciana del fundador de Moritz, Louis Moritz, que caracteriza al grupo. Una oferta gastronómica donde prima el gamberrismo ilustrado y donde se ha querido mostrar la parte más lúdica con un toque canalla con el fin de seguir la filosofía del Bistrot de Vins, es decir, poder desmitificar que el mundo del vino no puede abrazar otros públicos.

El objetivo es minimizar la condición elitista que tiene a menudo el mundo de vino y, del mismo modo que en la actualidad existe un gran interés por probar diferentes variedades de cervezas, exportar también este interés a la enología. Por ello, Bistrot de Vins cuenta con más 700 referencias de vinos de Cataluña y la península, así como de las regiones vinícolas europeas más históricas que se podrán probar en diferentes formatos; cata (2cl.), media copa (5cl.) y copa (10cl.)

El equipo de sommeliers está liderado por Marta Rombouts y la selección de vinos refleja un especial interés por las bodegas más tradicionales, aquellas que elaboran pequeñas producciones de la forma más artesanal y respetuosa posible. Desde vinos ecológicos que disponen de la certificación CCPAE, donde las viñas son tratadas de manera ecológica y la química está controlada y limitada por una serie de parámetros fijados por el sector, a los vinos biodinámicos que es una de las tendencias con más auge en los últimos tiempos basada en la filosofía del austriaco Rudolf Stainer. Se centra en la agricultura y en una serie de tratamientos con la luna como eje central consiguiendo que la viña autorregule por sí misma como ecosistema.

Es una oferta muy adecuada para los tiempos que vivimos en la que el comensal tiene la oportunidad de probar una serie de vinos que, por su precio, no puede adquirir pero en este nuevo concepto puede hacerlo en copas de 2, 5 y 10 decilitros. Creo que es un acierto para que todo el mundo tenga la oportunidad de darse un lujo que hasta hoy no podía.