Oporto Un destino cercano y aconsejable

 

 

oporto puente

 

Oporto te cautiva allá donde poses la mirada es un lugar capaz de maravillar a todos aquellos turistas que se atrevan a descubrir esta ciudad portuguesa, que se encuentra a las orillas del río Duero. Podemos afirmar, claramente, que merece la pena perderse entre sus calles, que es muy interesante dedicar tiempo a ver cada rincón de la ciudad, que sorprenden sus magníficos monumentos y lugares con encanto, no solo los más turísticos, sino también otros muchos que están escondidos a simple vista.

Adentrarse en la bella ciudad de Oporto y conocer de primera mano, todo aquello que la ha convertido en uno de los puntos de mayor interés turístico, en Europa, en este siglo XXI, produce un recuerdo imborrable.

MONUMENTOS:

Hay tres monumentos que no deben faltar en la ruta, se trata de auténticos “must see”, que debes visitar sí o sí cuando decidas pasar unos días por esta ciudad.

La Catedral de Oporto. Ubicada en pleno centro histórico de la ciudad, que por cierto fue incluida por la Unesco en su lista de Patrimonio de la Humanidad. La Catedral se levanta majestuosa para que contemplemos sus impresionantes detalles arquitectónicos, esta joya de estilo románico ya lleva nueve siglos en pie puesto que su construcción comenzó en pleno siglo XII aunque no terminó hasta que comenzó el siglo XIII. Claro que, tal y como nos explicaron, no se trata de un edificio de estilo único: su primer edificio sí era románico al igual que el rosetón y la fachada con las torres, sin embargo con el paso del tiempo se le fueron haciendo añadidos, como es el caso de la capilla funeraria, que fue construida en época gótica, así como el claustro, que también data de tales fechas. También hay que comentar que, en el siglo XVIII, una nueva portada sustituyó a la original. Lo cierto es que toda la zona exterior fue alterada y cambiada durante el barroco, aunque eso no le hizo perder ni un ápice de su personalidad y de sus rasgos tan fascinantes. Hoy en día, la Catedral de Oporto es sede episcopal de la diócesis de la ciudad.CATEDRAL DE OPORTO

El Palacio de la Bolsa. Cuando paseas por el centro histórico de Oporto, más concretamente por la rua da Bolsa, muy cerca de las orillas del Duero, te quedas fascinado por esta grandiosa construcción, que fue construida durante la época neoclásica, hacia mitad del siglo XIX, diseñado por el afamado arquitecto Joaquim da Costa Lima. Este edificio tiene dos curiosidades que tienen que ver con su creación: en primer lugar, su construcción tardó 49 años, ya que dio comienzo en el año 1842 y no fue inaugurado hasta el año 1891. En segundo lugar, se eligió esta zona porque allí estaban las ruinas de un convento de franciscanos, un espacio del que apenas quedaba nada ya que se destruyó completamente en un incendio. Respecto al interior del Palacio de la Bolsa podemos destacar que sus salas son enormes y están plagadas de obras de arte, por ejemplo, una de sus salas más famosas es la Arábiga, cuya inspiración principal fue nuestra Alhambra granadina. Por otro lado, la sala Presidencial es una de las habitaciones que más llaman la atención, ahora es una maravillosa biblioteca, que cuenta con más de diez mil ejemplares, así como varias esculturas y pinturas de autores famosos, como Veloso Salgado.

La Torre de los Clérigos. Esta archiconocida torre está en la iglesia del mismo nombre. El edificio religioso es famoso por tener esta enorme torre de más de 75 metros de altura. Todo aquel que se atreva, porque no es nada sencillo llegar arriba, puede subirla pasando por los más de 240 peldaños de la escalera interior, que te lleva a lo más alto del lugar, donde puedes observar toda una panorámica de la ciudad. Desde luego, nosotros lo recomendamos porque es espectacular contemplar esa estampa.
La Torre de los Clérigos, así como su iglesia, fue un diseño de Nicolau Nasoni, gran arquitecto barroco, que optó por el granito para construir esta maravilla. Nueve largos años estuvo en obras, hasta que finalizó tal edificación. Su inauguración tuvo lugar en el año 1763. Como curiosidad, queremos nombrar que la zona donde está la Torre de los Clérigos se denomina el cerro de los ahorcados, puesto que era ahí donde eran enterrados todos aquellos que eran ahorcados por la justicia en los siglos XVIII y XIX.

Estos son los tres principales monumentos de Oporto, los que no se deben perder, aunque no son los únicos; el Ayuntamiento y el Palacio Episcopal también son obras dignas de ver, así como numerosas plazas, iglesias y jardines. Como hemos comentado al inicio del texto, merece la pena perderse por las callejuelas de Oporto e ir descubriendo y maravillándose con todo aquello que nos ofrece, que no es poco. Por supuesto, debes saber que la ciudad es también conocida por sus magníficos puentes, construcciones innovadoras y bellas, que representan todo tipo de estilos. Algunos de ellos son: el Ponte das Barcas, Ponte do Infante, Ponte Luis I, Ponte María Pía, Ponte do Freixo, Ponte da Arrábida y Ponte Pênsil. Respecto al último mencionado, queremos comentar que no existe como tal, ya que se destruyó completamente para dejar paso al Ponte Luis I, que permitía aumentar el tráfico. Lo único que quedan son un par de pilares, así como restos de la casa del guarda que lo protegía en el siglo XIX, ya que se abrió al público en 1843.

GASTRONOMÍA:

Oporto es famosa por tener una gastronomía variada y de calidad. Sus sabores son muy marinos, puesto que los productos del mar cobran importancia en la cocina de esta ciudad, pero sin descuidar las verduras y unos postres realmente dulces, porque como ya deben saber los portugueses tienen fama de ser personas que aman los dulces, de manera que los postres tienen un sitio especial en la cocina portuguesa. Veamos sus platos más típicos, las delicias que no deben dejar de probar cuando visiten Oporto, porque no tendrán oportunidad de probarlas en ningún otro lugar del mundo, al menos no con este sabor tan tradicional

Tripas a moda do Porto. Es uno de sus platos de carne más famosos. Su origen data del siglo XV, cuando la ciudad se quedó sin carne y tan solo disponían de las tripas para cocinar. Su elaboración, sabor, aspecto y textura causan sensación de cualquier comensal que lo prueba, ya que mezcla lo mejor de las carnes “sobrantes” (como chorizo, jamón, pollo u oreja de cerdo) con alubias blancas, que le dan ese toque único y especial.

Bacalao a la Gómez de Sá. Para aquellos que prefieren el pescado a la carne, este plato es uno de los que deben degustar, puesto que es original de Oporto, de manera que en ningún otro lugar lo podrán probar con ese rasgo distintivo. Su creador es José Luiz Gómez de Sá Junior, que ideó un bacalao al horno, muy simple pero muy gustoso, que lo supo combinar adecuadamente con otros ingredientes como las patatas, el ajo, la cebolla y el huevo cocido. Puede parecer sencillo, sin embargo, su sabor es delicado y al mismo tiempo, tan predominante que recordarán su gusto durante mucho tiempo.RUA DE SANTA CATERINA PP

Francesinha. Un plato que se aleja de lo tradicional, es más moderno. Se trata de un sandwich relleno con carnes variadas, normalmente vacuno y cerdo, y se cubre con una salsa especial, denominada molho de francesinha, y queso. Es fácil de ingerir y muy sabroso.

Pasteles de Belém. Aunque son originales de Lisboa, en Oporto se hacen los mejores, ya que son expertos en postres dulces y éste es uno de los que más engancha por su dulzura. Se trata de un hojaldre con crema, que se realiza de manera artesanal.

Vino de Oporto. Llega el momento de hablar de uno de los aspectos típicos de Oporto, su maravilloso vino, que se denomina igual que la ciudad. Este vino es muy famoso porque sus uvas, que se producen en la zona del valle del Duero, tienen mucha calidad. Durante la elaboración, se le añade más graduación alcohólica, aunque sin que pierda su esencia, de manera que se trata de un vino fortificado.

No se debe olvidar la Rua Santa Caterina, zona de paseo y compras donde está ubicado el Majestic Café, lugar emblemático y donde es casi obligado sentarse a tomar un café; inaugurado el 17 de Diciembre de 1921 por el arquitecto Joao Queiroz. Abrió un café de lujo de nombre Élite. Más que un café, Majestic cuenta la historia de Oporto. En este espacio, se reunían intelectuales de la ciudad ,José Regio, Teixeira Pascoaes, Leonardo Coimbra, entre otrosCAFE MAJESTIC.

¿DONDE COMER?

¿Cuál es un lugar recomendado para comer en Oporto? Nosotros le podemos afirmar que hay muchos restaurantes muy buenos, con mucha variedad de platos, donde serán muy bien atendidos y recibirán una comida tradicional fantástica, pero si tenemos que citar únicamente un lugar sería La Cantina 32 (Rúa das Flores 32). Es un restaurante que le ofrece los mejores platos de la cocina portuguesa (sobre todo los de Oporto).

En Oporto se come en general bien pero el que quiera comer bien y barato, aqui dejo un listado de restaurantes en los que se puede comer por 5 Euros o menos:

Tábua Rasa. Rua da Picaria 68.
Galeriçúia de París. Rua Galería de París 56.
O Forno do Leitào do Zé. Rua Alexandre Braga 29.
Amarelo Toirrada. Rua de José Falcao 29.
Piquenique. Galerías Lumière.
Tête a Croissant. Galerías Lumière.
Zé do Prego. Rua das Oliveiras 118.
A Sandeira. Rua Caldeireiros 85.
Bella Roma. Rua de Conceiçao 106.

BODEGAS:

Como saliendo del lecho del río está el barrio de Baixa, un lugar que parece salir de una vieja postal, con sus techos de tejas rojas y paredes enyesadas de colores que van del gris al mostaza, pasando por el blanco o el rojo. Un barrio que es como un hormiguero humano y que de noche brilla con mil luces. Al otro lado del río esta Vila Nova de Gaia, con sus bodegas con nombres británicos: Graham’s, Croft o Cockburn’s, que no sólo son los de algunas de las más famosas marcas de vino de Oporto, sino que también nos recuerdan la larga asociación de Portugal con el Reino Unido, del que se enorgullece de ser su “más viejo aliado”.CAVAS DE OPORTO

Como el vino de Oporto es uno de los mejores del mundo, hacer una visita a esta ciudad para conocer sus bodegas es algo muy habitual. No solo de monumentos vive Oporto, puesto que su turismo vinícola es uno de los más potentes de toda Europa. La zona del Alto Douro tiene unos viñedos espectaculares, con unas bodegas fantásticas donde se tratan los vinos con una gran tradición y mucho mimo, de manera que esta industria ha ido ganando peso desde que en el siglo XVIII se convirtió en región vinícola.

Si tuviéramos que recomendar una bodega para visitar, esa sería la Bodega Ferreira, ya que la visita a sus instalaciones es magnífica, además, el edificio está construido sobre un convento, por lo que tendrán también una dosis de historia. Se trata de una bodega enorme, con techos de madera donde el olor a vino dulce lo impregna todo. Cuando terminen la visita, le ofrecerán unas copas de vino de Oporto.

¿DÓNDE DORMIR?

En Oporto se encuentran todas las cadenas españolas y europeas pero una buena opción es el Beta Porto Hotel, ubicado al norte de la ciudad en un barrio tranquilo y muy bien enlazado a 150 metros hay una parada de autobús que al viajero le deja en la Avenida de los Aliados junto a la estación de Sao Bento (San Benito) y a 500 metros del puerto y de todo el centro histórico de la ciudad. El Beta Porto Hotel cuenta además con gimnasio, health club con piscina, sauna, jacuzzi, zona de masajes y otros servicios. Es una opción cómoda y apta para todos los bolsillos sin dejar de ser un hotel de 4****.BETA PORTO ENTRADA PP

¿Ganas de descubrir Oporto? ¿A qué esperan? Esta bella ciudad portuguesa a las orillas del Duero es una buena opción para el viajero más exigente. Y, aunque Oporto esté tierra adentro, el mar está cerca, un mar de hermosas y no muy concurridas playas, a sólo unos minutos en tren del centro de la ciudad, también hay autobuses que hacen el trayecto. Al sur de Gaia, los pueblos de pescadores aguardan al visitante, mientras que en la orilla de Oporto del Duero, donde el río llega al mar, se levanta Foz de Douro un barrio externo de moda, y más al norte Matoinhos, con sus piscinas talladas en la roca, sus hermosos atardeceres y, sobre todo, su excelente pescado.ESTACION DE SAN BENITO

Aunque la auténtica vida de Oporto la encontrará en sus empinadas calles, en sus muchos bares y pequeños restaurantes, en sus platos abundantes y nada caros. Y eso en una ciudad en la que las gentes no corren, en la que la comida no es el odioso fast food y en la que el visitante puede recorrerla tranquilamente a pie. o utilizando el billete Andante de tres días, que le permite tomar autobuses, tranvías, metro o tren.

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