Vuelve el mítico Velódromo

Se celebró una gran fiesta popular frente el Bar Velódromo para mostrar su restauración de la mano de Cervezas Moritz. El clásico espacio situado en la calle Muntaner de Barcelona abrirá oficialmente sus puertas el próximo 10 de julio. Cervezas Moritz y Carles Abellan se han asociado para relanzar la gastronomía del Bar Velódromo.


Vuelve el mítico Bar Velódromo

Se celebró una gran fiesta popular frente el Bar Velódromo para mostrar su restauración de la mano de Cervezas Moritz. El clásico espacio situado en la calle Muntaner de Barcelona abrirá oficialmente sus puertas el próximo 10 de julio. Cervezas Moritz y Carles Abellan se han asociado para relanzar la gastronomía del Bar Velódromo. El Bar Velódromo, un espacio mítico e histórico de la ciudad, abrirá oficialmente sus puertas al público el próximo viernes 10 de julio. Todos los ciudadanos podrán volver a disfrutar de este local emblemático tanto desde el punto de vista gastronómico como lúdico. Manteniendo su aspecto y carácter original, la restauración hecha por Cervezas Moritz, en su renovada apuesta por la rehabilitación del patrimonio arquitectónico de Barcelona, respeta no sólo su esencia arquitectónica sino también el “charme” de su ambiente y estilo.
El Bar Velódromo, remodelado por el estudio Pilar Líbano, espera volver a

reunir a todos los públicos que antiguamente llenaban el local, desde los
literatos hasta miembros destacados de la gauche divine barcelonesa, pasando
por toda la colección de públicos que le daban su estilo personal. Pero a la vez, 
el Bar Velódromo también quiere hacer una apuesta para atraer al público más
joven que no había tenido la suerte de “vivir” el local. De esta manera, la
propuesta hostelera recupera un clásico prácticamente desaparecido de la
ciudad: la posibilidad de disfrutar, a cualquier hora del día o de la noche, de
todo tipo de oferta gastronómica, de manera libre y democrática. Un “365 x
24” que convertirá el Bar Velódromo en un auténtico meeting point.
Un proyecto ambicioso e histórico.

El Bar Velódromo abrió en 1933 en el reciente estrenado barrio del Eixample,
acogiendo tertulias y reuniones políticas. Estuvo activo hasta el año 2000,
cuando se jubiló el hijo del fundador, siendo un local de copas muy de moda
en los años ochenta y noventa.

Fue entonces cuando Cervezas Moritz adquirió el establecimiento. La cervecera
catalana tuvo desde el principio la intención de recuperar su aspecto original
art decó para convertirlo en punto de encuentro del mundo cultural
barcelonés, como ya había sido en el pasado, mediante su oferta gastronómica
y las diversas actividades culturales y artísticas que se desarrollarán.

Moritz ha estado trabajando durante 6 años para rehabilitar el Bar Velódromo.
La finalidad no fue en ningún momento cambiarle el aspecto, ya que lo que
siempre se ha pretendido es que el emblemático local mantuviera su aspecto y
volumetría. Aún así, la rehabilitación incluye toques de modernidad que no tan
sólo no la desvirtúen sino que la refuercen.

Una decoración del siglo XX.

El local ha sido remodelado íntegramente por el equipo del estudio Pilar
Líbano, el cual ha ampliado su superficie, creando nuevos espacios,
dotándolos de nuevas tecnologías de climatización, acústica, iluminación y
ambientación.

La reforma respeta los valores de las diferentes épocas de la evolución del
espacio. Se han restaurado los elementos más visibles y característicos del
diseño original de 1933: la escalera y las barandillas de caoba, las cornisas
teñidas por la nicotina, los estantes del espejo de la barra, el billar y gran parte
del mobiliario, entre otros.

De los años 80 y 90 se han conservado la barra principal de formica y acero
cromado y la fachada de entrada de acero con el emblemático grafismo del
pulpo y algunas frases sobre el cristal de los ventanales como “bocadillos
calientes”.

Un chef de renombre en la cocina.

Siguiendo su voluntad de vincularse con el mundo de la gastronomía, Moritz se
ha asociado con Carles Abellan para relanzar no sólo la gastronomía sino
también la dinámica lúdica que se quiere realizar con el Bar Velódromo.
Formado en El Bulli, Carles Abellan es una referencia indiscutible del panorama
gastronómico barcelonés y catalán. Es propietario de varios establecimientos
gastronómicos de la ciudad y es especialmente reconocido por el exitoso
Comerç 24, poseedor de una estrella Michelin.

Con Abellan al frente del proyecto, se pretende recuperar un clásico ya
desaparecido en la ciudad: la oferta de un Café-Bar-Restaurante en el que
ninguno de estos conceptos predomina por encima del otro. Una oferta que se
desgrana con propuestas para todas horas del día y para todos los bolsillos.
Desde desayunos de tenedor a las 6 de la mañana para aquellos que han
alargado la noche o se han despertado temprano, a vermuts familiares los
domingos o resopones a la una de la madrugada. Abellan ofrecerá, además,
una carta de platos de cocina catalana que arrancará desde primera hora de la
mañana hasta última hora de la madrugada.

La oferta, además, no estará condicionada por la hora de comer o de cenar:
tomar un café, una copa o una cerveza Moritz será posible en todo momento y
en cualquiera de los espacios que el local ofrece. Para acabarlo de redondear,
el Bar Velódromo no cerrará ningún día del año. Indudablemente el 365 x 24
será uno de los motivos por los cuales el Bar Velódromo será el nuevo meeting
point de Barcelona.

 

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